lunes, 20 de enero de 2014

FILOSOFÍA DE LA MENTE.

INTRODUCCIÓN




Se desarrolla el tema de filosofía de la mente y entre otros subtemas los cuales tratan de la naturaleza de la filosofía, así como los diversos argumentos que esta conlleva y las consecuencias de la misma.

La filosofía de la mente se ocupa de la naturaleza de los estados mentales, de sus efectos y sus causas. La cuestión del comportamiento de los estados mentales y físicos ocupa aquí un lugar central.

  
DESARROLLO



FILOSOFÍA DE LA MENTE. La filosofía de la mente se ocupa de la naturaleza de los estados mentales, de sus efectos y sus causas. La cuestión del comportamiento de los estados mentales y físicos ocupa aquí un lugar central. Además de las cuestiones ontológicas acerca de la naturaleza de los estados mentales, la filosofía de la mente estudia cuestiones epistemológicas en torno a la cognoscibilidad de la mente.

ARGUMENTOS EN FAVOR DEL DUALISMO. ¿Se basa el dualismo únicamente en el abismo intuitivo entre lo mental y lo material? ¿O existen argumentos concretos en favor del dualismo? El argumento más conocido es el desarrollado por René Descartes en las Meditaciones. En resumen, es el siguiente: Puedo imaginarme clara y distintamente que el espíritu exista sin la materia. Lo que uno puede imaginar clara y distintamente es al menos, por principio, posible. Así, pues, es al menos posible que el espíritu exista sin la materia. Si es posible que el espíritu exista sin la materia, espíritu y materia han de ser entidades diferentes. Puesto que espíritu y materia han de ser entidades diferentes, en consecuencia el dualismo es cierto.

Las premisas del argumento pueden ponerse en duda. ¿Por qué, por ejemplo, habría de ser algo posible sólo porque puede imaginarse clara y distintamente? A pesar de problemas de este tipo, aún hoy en día se siguen defendiendo variantes del argumento cartesiano, por ejemplo, Saul Kripke. Las posiciones dualistas se vuelven más plausibles por los problemas que plantea el materialismo que por sus propios argumentos positivos.
Los argumentos en favor del dualismo son básicamente de carácter epistemológico, aunque el dualismo encuentre también acogida por motivos morales o religiosos; en realidad, muchos ataques al dualismo pudieran estar inspirados más en esta clase de motivos que en los primeros.
Los filósofos espiritualistas, especialmente Berkeley y Bergson han subrayado la importancia de esa clase de apoyos intuitivos para relativizar la importancia de la noción de materia. Entre los pensadores recientes, el físico Erwin Schrödinger ha insistido en la importancia de esta clase de cuestiones para relativizar la pretendida prioridad ontológica de la materia sobre la conciencia.
OTROS DUALISMOS. Existen también otras formas de dualismo, entre las que mencionaremos las cuatro más importantes.
1) Paralelismo psicofísico: El paralelismo fue desarrollado por Gottfried Wilhelm Leibniz. Las tesis centrales son:
1.   Espíritu y materia son dos sustancias diferentes.
2.   Dichas sustancias no interactúan entre sí.
3.   Sino que actúan en paralelo, pero de modo sincronizado.
2) Ocasionalismo: El ocasionalismo ha sido defendido, entre otros, por Nicolas Malebranche. La idea es la siguiente: cuando quiero hacer algo se está produciendo un suceso inmaterial en mi espíritu. Dios conoce ese hecho y hace que el cuerpo se ponga en movimiento.
3) Epifenomenalismo: El epifenomenalismo entiende la conexión entre mente y materia como una relación de un solo sentido: la materia actúa sobre la mente inmaterial, pero no a la inversa. Sin embargo, el epifenomenalismo plantea problemas similares a los del dualismo interaccionista.
4) Dualismo de propiedades: El dualismo de propiedades ha experimentado un renacimiento en los últimos años debido a un libro de David Chalmers. El dualismo de propiedades puede incluirse entre los dualismos sólo con ciertas reservas. 
El monismo, en contraposición al dualismo, afirma que sólo hay una substancia. Hoy en día casi todos los monismos son materialistas. Así, pues, afirman que la única substancia existente es la materia. No obstante, son posibles otras formulaciones: podría también afirmarse que no hay materia, sino sólo espíritu. Tal monismo idealista tiene pocos defensores en la actualidad. Una tercera posibilidad consiste en suponer una substancia que no es ni materia ni espíritu.

CONDUCTISMO. Ha sido la corriente dominante en la filosofía de la mente durante la primera mitad del siglo XX. En la psicología surgió como reacción al problema de la introspección: cuando mediante la introspección alguien habla de su mundo mental interior, no hay manera (o no la había entonces) de comprobar la veracidad de sus declaraciones. Pero sin posibilidad de verificación, dicen los conductistas, no hay ciencia posible. ¿Cuál es la solución para la psicología? Debería renunciar a ocuparse de la vida íntima mental y la introspección y, en vez de eso, concentrarse en el comportamiento observable.


El conductismo filosófico ha sufrido una decaída desde la última mitad del siglo veinte, coincidiendo con el ascenso del cognoscitivismo. Los cognoscitivistas rechazan el conductismo debido a varios problemas que consideran insostenibles. Por ejemplo, se puede pensar que el conductismo es contra-intuitivo al afirmar que cuando alguien habla de sus punzantes dolores de cabeza esté hablando de su conducta.

TEORÍA DE LA IDENTIDAD. La teoría de la identidad, desarrollada por John Smart y Ullin T. Place, fue la reacción al fracaso del conductismo. Si los estados mentales son algo material, pero no conducta, habrá que suponer que son idénticos a los estados físicos internos. De esto se sigue inmediatamente que un estado mental M no es otra cosa que un estado cerebral C. El estado mental "deseo de un café" no sería otra cosa que "la activación de determinadas neuronas de determinadas regiones cerebrales".
Otro problema de la teoría de la identidad radica en que, ciertamente, puede describir el "deseo de tomar un café" por medio de un determinado estado cerebral; sin embargo, la declaración acerca del estado cerebral sólo tiene significado si sabemos lo que significa sentir el deseo de tomar un café. Así pues, un lenguaje neurocientífico sobre los procesos mentales no puede prescindir del contenido semántico del lenguaje corriente, que expresa tanto los procesos mentales como el deseo de tomar un café, y no puede por tanto sustituirlo, como se pretende.


FUNCIONALISMO. El funcionalismo fue desarrollado, entre otros por Hilary Putnam, como reacción a los problemas de la teoría de la identidad. La idea es la siguiente: si los seres con estados cerebrales diferentes pueden tener el mismo estado mental (con lo que la teoría de la identidad se revela falsa), ha de existir no obstante algo que los estados cerebrales tengan en común. La solución de los funcionalistas consiste en subsumir los distintos estados cerebrales bajo el mismo estado funcional. Los estados mentales serían entonces estados funcionales.

MATERIALISMO NO REDUCTIVO. Para muchos filósofos hay dos convicciones que van juntas:


1. El materialismo es cierto, los estados mentales han de ser estados materiales.

2. Todas las propuestas reductivas concretas son insatisfactorias: los estados mentales no pueden reducirse a conductas, estados cerebrales o estados funcionales.

Esto nos lleva a la pregunta de si puede haber un materialismo no reductivo. El monismo anómalo de Donald Davidson es un intento de formular tal tipo de materialismo.

Esta idea se formula a menudo con el concepto de superveniencia: los estados mentales supervienen sobre los estados físicos, pero no son reducibles a ellos. "Superveniencia" describe ahí una relación de dependencia: lo mental no puede cambiar sin que haya cambios físicos.

MATERIALISMO ELIMINATIVO. Si se es materialista, se considera que los esfuerzos reductivos han fracasado y que un materialismo no reductivo es incoherente, puede recurrirse a una última opción y afirmar: "No hay estados mentales".8 Pero ¿no es esto completamente absurdo? Los materialistas eliminativos afirman que los estados mentales han sido introducidos por nuestra psicología popular. Si ahora, con los avances científicos, la psicología popular se revela falsa, también habremos de acabar con las entidades por ella postuladas. 
La visión del mundo según la cual todo es materia siguiendo leyes físicas, y en la que el cerebro es la única realidad existente en los mal denominados "fenómenos mentales", es criticada usualmente por partidarios de una visión mentalista o dualista, incluyendo casos de emergentistas que piensan que la mente es algo que "emerge" y se separa ontológicamente del cuerpo.
CRÍTICA DE LA FILOSOFÍA DEL LENGUAJE AL PROBLEMA MENTE-CUERPO. 
Todo intento de resolver el problema mente-cuerpo se topa con serios problemas, en particular problemas conceptuales. Cabe por tanto la posibilidad de rechazar el problema mente-cuerpo como un falso problema. Esta posición es defendida hoy en día en particular por la filosofía analítica, siguiendo a Ludwig Wittgenstein.
En la actualidad esta posición es defendida por intérpretes de Wittgenstein, como Peter Hacker. También Hilary Putnam, el iniciador del funcionalismo, sostiene que el problema mente-cuerpo es un falso problema que se disuelve acudiendo a Wittgenstein.
EL NATURALISMO Y SUS PROBLEMASLa tesis del materialismo es que la mente es algo material. El problema fundamental de esta posición es que la mente tiene propiedades que ningún objeto material posee. El materialismo debe por tanto explicar cómo puede ser que a un objeto material le correspondan, no obstante, esas propiedades. A menudo se denomina al proyecto de acometer esta explicación "naturalización de la mente". ¿Cuáles son las propiedades críticas? Las más conocidas son las dos siguientes:

QUALIA. Muchos estados mentales tienen la propiedad de ser experimentados de maneras diversas. Lo esencial del estado mental dolor es, evidentemente, que hace daño. Pero ¿de dónde viene esa experiencia (los qualia)? En un estado neuronal o funcional nada indica que vaya acompañado de una experiencia de dolor.


INTENCIONALIDAD. La intencionalidad describe la capacidad de los estados mentales de estar dirigidos hacia o encontrarse en relación con algo, lo que hace también que puedan asignárseles valores de verdad. Esto significa que las ideas pueden ser verdaderas o falsas. En principio esto puede no tener nada de extraño; sin embargo, cuando se pretende reducir las ideas a procesos naturales surge un problema: los procesos naturales no son verdaderos o falsos, simplemente suceden. No tendría sentido decir que un proceso natural es verdadero o falso. Pero las ideas o los juicios mentales son verdaderos o falsos, ¿cómo pueden entonces las ideas ser procesos naturales?

La posibilidad de asignar a las ideas valores de verdad se debe a que las ideas apuntan a hechos.


LA FILOSOFÍA DE LA MENTE Y LAS CIENCIAS DE LA NATURALEZA. Los humanos son seres corporales y, como tales, pueden ser descritos por las ciencias naturales. Puesto que los procesos mentales no son independientes de los procesos corporales, la descripción que las ciencias de la naturaleza hacen de los humanos jueguen un importante papel en la filosofía de la mente. Aquí son relevantes todas las disciplinas que describen procesos relacionados con lo mental. En consecuencia, la lista de las ciencias relevantes es larga: biología, informática ciencia cognitiva, cibernética, lingüística, medicina, farmacología, psicología, etc.

(NEURO-)BIOLOGÍA. El trasfondo teórico de la biología, como sucede en las ciencias naturales modernas en general, tiene un planteamiento materialista. Objeto de estudio son en primer lugar los procesos físicos, que son contemplados como fundamento de la actividad mental y de la conducta. El éxito creciente de la biología en la explicación de los fenómenos mentales se entiende sobre todo por la ausencia de refutación del supuesto fundamental: no hay "ningún cambio de los estados mentales de una persona sin un cambio en su cerebro".

Dentro de la neurología hay diversas disciplinas que se ocupan de la relación entre los procesos mentales y los físicos:

La fisiología sensorial investiga la relación entre los procesos de percepción y estimulación.

La neurociencia cognitiva correlaciona los procesos mentales con los procesos neuronales.

La neuropsicología describe la dependencia de las facultades mentales respecto de regiones cerebrales concretas.

Por último, la biología, mediante su planteamiento evolucionista, muestra que el sistema nervioso humano, en cuanto base de la mente, se ha ido desarrollando tanto ontogenética como filogenéticamente a partir de estadios previos más simples.



INFORMÁTICA. La informática se ocupa del procesamiento automático de informaciones (o al menos de sistemas físicos de símbolos a los que se asigna información), tal como hacen las computadoras. Desde su comienzo, las computadoras han sido capaces de desarrollar acciones para las que una persona necesita su mente. Un ejemplo es la multiplicación. Pero está claro que las computadoras no utilizan una mente para multiplicar.

Algunos científicos del campo de la informática creen en la actualidad que su especialidad puede aportar una nueva contribución al problema mente-cuerpo. Suponen que a partir de la acción recíproca entre software y hardware, que se produce en toda computadora, es posible que algún día se puedan descubrir teorías que nos ayuden a comprender la acción recíproca entre la mente humana y el cerebro.

PSICOLOGÍA. La psicología es la ciencia que investiga directamente la conducta y los procesos mentales. Investiga en concreto estados mentales como la alegría, el temor o las obsesiones. La psicología investiga ahí las leyes que ligan los estados mentales entre sí o con el input y output de las personas.

No obstante, esto no dice aún nada acerca de la naturaleza de los estados perceptivos. Las leyes descubiertas por la psicología son compatibles con todas las respuestas al problema mente-cuerpo ya descritas.

CONSECUENCIAS DE LA FILOSOFÍA DE LA MENTE. Hay incontables temas que se ven afectados por los resultados de la filosofía de la mente. Claros ejemplos de ello son la naturaleza de la muerte y su carácter definitivo, la naturaleza de las emociones, de la percepción y de la memoria. También la cuestión acerca de qué es una persona y en qué consiste su identidad tiene mucho que ver con la filosofía de la mente. Hay dos temas que, en conexión con la filosofía de la mente, han despertado especial atención: la libertad y el yo.

LIBERTAD. En el contexto de la filosofía de la mente la cuestión acerca de la libertad de la voluntad se plantea con renovada intensidad. Esto es así al menos para materialistas y deterministas. Según ellos, las leyes naturales determinan por completo el curso que sigue el mundo material. Los estados mentales –también por tanto la voluntad humana– serían, en virtud de ello, estados materiales. De modo que la voluntad y el actuar estarían completamente determinados por las leyes naturales. Algunos llevan la argumentación un poco más lejos: las personas no pueden determinar por sí mismas lo que quieren y hacen. En consecuencia, no son libres.

Los críticos con esta posición acusan al incompatibilismo de emplear un concepto de libertad incoherente. Argumentan de la siguiente manera: si nuestra voluntad no está determinada por nada, entonces queremos lo que queremos por pura casualidad. Y si lo que queremos es puramente casual, no somos libres. De manera que si nuestra voluntad no está determinada por nada, no somos libres.

YO. Por lo demás, la mente ha tenido importantes consecuencias para el concepto de yo. Si por "yo" se entiende el núcleo esencial inmutable de una persona, la mayoría de los filósofos de la mente afirmarán que no existe tal cosa. La idea de un yo como núcleo esencial inmutable surge de la idea platónica de un alma inmaterial "invisible" pero que se halla dentro de nosotros y de todos los seres vivos del planeta, ya sea animales o plantas.


No obstante, a la luz de los resultados empíricos de la psicología del desarrollo, la biología del desarrollo y la neurociencia, tampoco la idea de un núcleo esencial material constante –plasmado, por ejemplo, en un área invariable del cerebro– parece plausible.
CONCLUSIÓN

Con el presente trabajo pudimos descubrir una infinidad de la filosofía de la mente y cuáles son sus consecuencias de esta, así también los diferentes dualismos y los argumentos que se manejan, también la naturaleza de la filosofía, aplicando las diferentes ciencias como la psicología y la informática, etc.

Además de las cuestiones ontológicas acerca de la naturaleza de los estados mentales, la filosofía de la mente estudia cuestiones epistemológicas en torno a la cognoscibilidad de la mente.
















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